• los-valores-de-la-empresa

Por qué siguen haciendo falta empresas con valores

 20 septiembre, 2017
Escrito por Antonio Núñez

Artículo publicado en el Diario «Expansión» el 20 de Septiembre de 2017

ÉTICA | La crisis ha disparado la demanda de un liderazgo humanista.

El corredor, Goya al Mejor Cortometraje de Ficción en 2016, resalta la faceta más compasiva de la crisis económica: es la historia de un hombre que consigue un empleo a su antiguo jefe, hundido anímicamente tras verse obligado a cerrar su empresa. Los valores del filme responden a la filosofía empresarial de su productor, José María Torres, presidente de Numintec, compañía especializada en comunicaciones en la nube para empresas, que recientemente ha sido galardonada por la Fundación Pimec (patronal catalana de las pymes) a los valores de empresa. Un nuevo caso que revela la cada vez mayor importancia que cobra la conducta ética de los empresarios más allá de los resultados económicos, como demuestra, por ejemplo, el juicio al fraude del Fórum Filatélico que ha comenzado esta semana.

“La sociedad demanda cada vez más transparencia y más honestidad; las empresas deben tener una responsabilidad social y medioambiental, y el dinero tiene que ser un medio, no un fin”, explica Torres. El empresario ve claro que esta necesidad tiene un origen claro: la crisis económica. “Todo estalló por un obsesivo afán de lucro en el corto plazo y debemos hacer una reflexión al respecto”, afirma. “La principal misión de una empresa es mejorar la vida de los ciudadanos. Obviamente, esto no se aprende automáticamente: es un proceso de aprendizaje ya que una empresa, al igual que un ser humano, es un ente vivo”, sostiene Torres, que fue uno de los principales impulsores de la Ley de Segunda Oportunidad de 2015, ideada para ayudar a empresarios y autónomos con negocios quebrados.

‘Boom’ editorial

La empresa consciente, Cinco valores para crear empresa, Ángeles en el trabajo, El líder interior, Los retos del directivo actual… En la última década, desde que la bomba financiera estallara en los mercados estadounidenses, las estanterías especializadas en economía y empresa se han llenado de libros apelando a la urgencia de dirigir equipos humanos con un recto sentido moral. Nunca se había hablado tanto de responsabilidad social corporativa (RSC), nunca se había invocado tanto la necesidad de liderazgo en el sentido amplio del término y nunca las empresas, las fundaciones y las administraciones habían dedicado tantos premios y reconocimientos a la faceta ética del empresario moderno.

Todo puede responder a una de las máximas de Torres: “No es lo mismo crear dinero que crear riqueza”. Antonio Núñez, socio de Parangon Partners, compañía dedicada al asesoramiento de directivos, está de acuerdo: “Crear riqueza supone un planteamiento más sostenible que la mera generación de flujo de caja o la cotización bursátil; la generación de riqueza contempla más facetas de la empresa”. En su opinión, “marca una gran diferencia tener un equipo de management formado en valores y con una visión empresarial más integral y a largo plazo”. Esta diferencia, asegura, tiene consecuencias en la propia vida del empresario: “Yo no paro de encontrarme con directivos que supuestamente han tenido grandes éxitos empresariales pero que después no han logrado una vida lograda y plena”.

Núñez sostiene que en España todavía existe un importante déficit en formación humanística no sólo de los directivos, sino de la población en general. No obstante, indica que uno de los beneficios de la crisis “ha sido esa vuelta al back to basics de la naturaleza humana, y algunas instituciones y escuelas de negocios de base humanista incluyen esos principios en sus planes de estudios”.