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«Como paciente me importa la atención, no si el médico tiene plaza de por vida»

 4 marzo, 2015
Escrito por Antonio Núñez

El ex asesor de Mariano Rajoy como director Políticas Sociales, sostiene que el 46% del PIB de España depende de su sector público y de ahí que sea necesario hacerlo más competitivo para salir de la crisis.

Pregunta.- ¿Considera que Europa carece de liderazgos fuertes justo en el momento en el que aparecen líderes como Iglesias en España o Tsipras en Grecia?

Respuesa.- En Europa necesitamos liderazgos fuertes, y el caso de Grecia y el plante a la deuda pública hacen necesario un liderazgo fuerte con un programa claro. De hecho la función de la Harvard Kennedy School es forjar líderes que puedan cambiar el mundo, que tengan una idea clara de hacia dónde queremos ir. Por eso yo hablo mucho del plan estratégico, de la hoja de ruta y de evaluación para medir las políticas públicas ya no sólo por la crisis económica sino porque los ciudadanos necesitamos saber el destino de cada euro que tanto nos cuesta ganar y tanto nos cuesta pagar con los impuestos. También para mí un líder público es el que sabe rodearse del mejor equipo posible.

P.- La crisis ha impuesto que lo público debe retorcer ante lo privado, sobre todo en gasto, y ahora surgen reacciones a esta idea.

R.- Yo creo que no hay que fijar el debate en lo público contra lo privado. Creo importante que lo público incorpore criterios que existen a nivel personal, a nivel familiar, a nivel empresarial, porque al final lo público es la suma de cada uno de los ciudadanos. El déficit público es lo que debemos tú y yo en una parte proporcional. Si quiero gastarme algo que no tengo, lo tengo que pedir, alguien me lo tiene que dar, lo tengo que devolver y tengo que pagar intereses. Y eso que es tan básico hay que aplicarlo a la gestión pública. Por eso más que un retroceso de lo público necesitamos un sector público fuerte que favorezca al máximo la iniciativa individual y la iniciativa empresarial.

P.- Entonces, ¿apuesta por modelos de gestión público-privada en ámbitos como el sanitario?

R.- En España tenemos excelentes profesionales y nuestro sistema de salud es uno de los mejores del mundo. Tenemos que sentirnos orgullosos, pero hay algunos planteamientos que son propios de una organización de hace 20 años, en cuanto a la dirección de personas y los recursos humanos. Yo como paciente lo que quiero es que me atiendan bien, con buenos médicos, con un buen nivel de atención personal, que me atiendas rápido… pero a mí, que la enfermera o el médico que me atienda tenga una plaza para toda la vida o no, no es lo que más me importa. Por otro lado, tenemos que hacer un análisis serio de qué modelo de sanidad nos podemos permitir en el tiempo.

P.- ¿A qué se refiere?

R.- Cada vez la esperanza de vida es más alta y cada vez hay mejores tratamientos médicos, pero a la vez hay mayor envejecimiento de la población y el sistema de sanidad o el sistema social tienen que ser sostenibles. Es una irresponsabilidad dar una patada al balón para adelante y decir que la próxima generación ya se las apañará. La gran diferencia entro un líder político y un político que no lo es, es que éste último piensa en las próximas elecciones, y el líder, en las próximas generaciones.

P.¿Qué opina de las propuestas de rebajar el sueldo a los políticos?

R.- En España uno de los problemas que tenemos es que entre lo político y el técnico no existe la figura del directivo público. Yo hablo del sueldo de los gestores públicos. Si un gestor público tiene una responsabilidad sobre un presupuesto importante de decenas de miles de euros de mis impuestos, una responsabilidad sobre las políticas públicas y sociales, educativas y sanitarias que son muy importantes para mi como ciudadano, y tiene a su cargo cientos de personas, tiene que ser pagado con un sueldo acorde con su responsabilidad.

P.- ¿Ha sido la crisis una oportunidad perdida para España?

R.- Se han hecho muchas cosas por necesidad. La crisis ha tenido un efecto muy duro pero también en algún caso beneficioso en valores como la austeridad, no gastarte más de lo que no tienes, como valorar las cosas que tienes… algo que habíamos perdido en los años de vacas gordas porque estábamos, como se dice coloquialmente, perros con longanizas. Quedan cosas por hacer.

P.- Pero la gente no entiende que en la reforma del sistema financiero tuviese que ser el Estado el que rescatase a los bancos.

R.- Quizás ha faltado una explicación sobre ese rescate. Yo participé no hace mucho en una conferencia en Harvard para explicar las reformas empresariales en España y al acabar hubo muchos altos cargos del Gobierno americano que nos felicitaron como país por lo que habíamos hecho. A veces nos falta explicar bien lo que se ha hecho. El sector financiero español era bueno antes de la crisis, pero muy expuesto al sector inmobiliario y se demostró poco sostenible. Ese rescate fue necesario y no es a fondo perdido, va a ser recuperado por el Estado. Fue una buena reforma.

P.- ¿Se puede evaluar una política sólo por su rentabilidad económica?

R.- Al final, lo económico dentro de la política pública es sólo una parte. Se pueden medir muchos indicadores. La evaluación te permite hacer una política basada en datos, en hechos, no en una supuesta aceptación social. Lo más importante no es la cuenta de resultados sino los resultados. Hay políticas públicas que tienen que ser deficitarias y otras tienen que ser solidarias, pero en todos tiene que haber una rendición de cuentas para saber a qué se destina cada euro que pago.

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